Solo queremos en base a:
1º lo que envidiamos o no podemos tener.
2º lo que creemos que nos puede aportar algo, que por ti mismo no puedes producir.
3º lo que es más apropiado, porque así nos lo han enseñado.
¿Y a todo esto el deseo dónde queda? no lo hay... porque es un reflejo...
El desear algo está cargado de un propósito, uno de necesidad, un propósito que sin él nos sentimos incompletos y del cual no estamos conformes de lo que somos o tenemos.
Entonces... ¿Es necesario o importante desear? LO ES ¡pero hay que tener cuidado con lo que se desea porque hasta el deseo más egoísta puede desencadenar nuestra destrucción moral y sacar a flotes nuestras inquietudes. Siempre que se desea algo, que sea no por mero egoísmo, sino por una denotación de nuestro sino y de nuestra actitud, para avanzar con ¡LIBERTAD¡ y crecer como personas.